A estas alturas de la pandemia, para nadie es un secreto que el comercio electrónico ha sido uno de los pocos ganadores. La mayoría de categorías de producto han visto un incremento exponencial del gasto online, y este fenómeno también se ve reflejado en las compras virtuales a páginas web internacionales o en el comercio online transfronterizo.
Según varias consultoras especializadas, las ventas de comercio electrónico transfronterizo crecieron un 21% en 2020. Es un fenómeno que se espera continúe creciendo a medida que el comercio electrónico se convierte en un canal principal de compra en múltiples categoría de producto.
El comercio electrónico internacional presenta una serie de retos y desafíos que tanto fabricantes como distribuidores y clientes deben tener en cuenta. Es muy importante considerar cuáles son los principales puntos a considerar en el comercio electrónico internacional o transfronterizo, especialmente, si entendemos que en la próxima década es una canal que seguirá creciendo en importancia.
Algunos de los puntos más importantes a tener en cuenta:
- La moneda de pago: el comerciante o distribuidor debe establecer en qué moneda se realizarán los pagos; o si permite al cliente escoger la moneda de pago. Existe la posibilidad de establecer solo una moneda fija y/o establecer por defecto la moneda del lugar de residencia del comprador. En algunos casos, el comprador también puede elegir en qué moneda pagar. En cualquier caso, debe quedar bien claro el coste que finalmente tendrá para el comprador.
- Impuestos por el cambio de moneda: algunos países imponen impuestos por el cambio de moneda de compra. Aunque es un coste que asume el comprador o cliente, se debe informar con total transparencia de lo que esto implica, ya que en algunos casos puede incrementar el coste total del producto más de un 30%.
- Costes adicionales: siempre se pueden dar gastos adicionales por intermediarios financieros, como bancos, tarjetas, etc. Hay costes por márgenes cambiarios, tarifas de procesamiento, etc.
- Devoluciones: al igual que en el punto anterior, los costes de devoluciones pueden ser un punto de fricción o causa de abandono del carro de la compra. Las devoluciones internacionales pueden suponer un coste muy alto de asumir, especialmente en transacciones transcontinentales.
Independientemente de las opciones y soluciones que se elijan, la mejor solución puede depender en última instancia del producto, el cliente y la ubicación involucrados; es crucial ser transparente. Asegurar una buena experiencia de pago y sin sorpresas desagradables es vital para la atracción y retención de clientes.