Como ya hemos explicado en ediciones anteriores, la experiencia de usuario (UX por sus siglas en inglés: User Experience) es un elemento clave que engloba a todas las interacciones que tiene nuestro cliente/usuario con nosotros, y cómo lograr que esa experiencia/uso sea lo más fácil, útil y placentera posible.
Generalmente, cuando se habla de UX suele restringirse al entorno web, pero su utilidad es extensible a cualquier producto y/o servicio real u offline.
Si contamos con una página de comercio electrónico internacional, trabajar en base a ofrecer una experiencia de usuario excelente se hace mucho más relevante, ya que debemos tener en cuenta las sutilezas de las costumbres y usos de navegación en cada región, así como las diferencias idiomáticas y lingüistas.
Por lo tanto, el diseño de experiencia de usuario jugará un rol muy importante para hacer mucho más comprensiva, navegable y efectiva nuestra web. Elementos a tener en cuenta y que nos pueden ayudar:
- Contar con una traducción correcta y profesional de toda la documentación e información sobre nosotros y nuestro producto.
- Ten en cuenta las idiosincrasias de cada región/país en el que quieres promover tu web de venta. No es solo un problema de idioma, es importante conocer la cultura, costumbres, expresiones autóctonas, etc.
- No pierdas de vista la historia que quieres contar. Aunque debes adaptarla según al público al que te diriges, imprimiéndole un toque local, no olvides que el tuyo es un negocio global o internacional.
- Ya hemos mencionado la importancia de una traducción bien hecha, pero es muy importante también darle al usuario la opción de elegir el idioma en el que quiere acceder a tu web y adaptar el mensaje según dicha elección. Puedes tener un cliente alemán que se conecta en China o viceversa.
- No confundas idioma con país. Relacionado con el punto anterior, el que un cliente se conecte desde un país diferente al de origen puede significar tener en cuenta muchas más cosas que simplemente un cambio de idioma (legales, formatos, monedas, sistemas de pago, etc.).
- Adapta la oferta a cada región y comunícalo claramente. No hace falta decir que no todos los productos y servicios son idóneos o pertinentes en todos los mercados y para todos los clientes. Por lo tanto, adapta tu surtido a cada región/país teniendo en cuenta los diferentes aspectos (precio, logística, contexto legal, climatología, formatos, etc.), y una vez lo tengas claro informa a tu cliente por qué un producto está o no disponible en su región/país. Ser claro en esto te ahorrara problemas y decepción por parte de tu cliente.
Finalmente, recuerda que para diseñar una experiencia de usuario apta debes vigilar, según Peter Morville, experto en arquitectura web y uno de los fundadores en esta disciplina, que esta debe ser útil, usable, deseable, encontrable, accesible, creíble y valiosa.